Game Ready

Terapia de última generación para acelerar tu recuperación

El sistema Game Ready® GRPro® 2.1 presenta una innovadora tecnología (compresión activa y circuito de intercambio en frío), que permite la administración integrada de terapias de compresión neumática intermitente o continua combinado con crioterapia (aplicación de frio).

Durante muchos, muchos años, tras una lesión músculo-esquelética o crigía las personas han seguido el protocolo RICE (Rest-Ice-Compression-Elevation) para controlar el dolor y la hinchazón. Pero con Game Ready, podemos hacer más que tratar los síntomas. Más allá de las aplicaciones pasivas, estáticas de frío y compresión, el sistema de terapia trabaja de manera activa y dinámica para acelerar y mejorar la recuperación. De hecho, el sistema de terapia de frío y compresión es tan efectivo que miles de importantes cirujanos ortopédicos, fisioterapeutas y entrenadores de atletismo lo utilizan, así como innumerables pacientes, atletas de élite, equipos deportivos profesionales y fuerzas militares especiales en todo el mundo.

¿Cómo funciona el sistema Game Ready?

Crioterapia activa: En un circuito de intercambio continuo, el agua helada circula rápidamente y de forma pareja elimina el calor y enfría el tejido lesionado para reducir el edema, los espasmos musculares y el dolor.

Terapia de Compresión Activa: La compresión neumática intermitente imita de forma activa las contracciones musculares naturales “aprieta y suelta”, lo que ayuda a bombear el edema y al mismo tiempo estimula el flujo de sangre oxigenada al sitio de la lesión.

Cobertura circunferencial: La presión de aire conforma las bandas circunferenciales anatómicas y de perfil bajo del cuerpo para un mejor contacto con la superficie, mejorando la capacidad del sistema para proporcionar un enfriamiento constante y para extraer el calor del sitio de la lesión.

Enfriamiento más rápido y profundo: Un enfriamiento intramuscular más rápido, de penetración más profunda y de mayor duración ralentiza el metabolismo celular, ayudando al cuerpo a minimizar el daño secundario al tejido, y menos daño significa una recuperación más rápida.